6 de junio de 2014

Nota del día

Con el movimiento impensado
de todos los días
abro la puerta de casa,
la del hall más precisamente,
y camino sin mirar nada.
Paso por el pasillo de los ascensores
y a un piso por escaleras
noto que el primer ascensor
está fuera de servicio.
El estado de la situación
lo dice todo.
Bajo y lo miro
ahí parado
con la puerta abierta
y las luces apagadas
para que ya nadie lo confunda
por un ascensor andando,
para que ya todo el mundo
-bueno, todos los vecinos-
sepa de su inservible existencia
en este momento dado.
Probablemente
todos lo ignoren al pasar a su lado
hasta que lo arreglen
y vuelva a repetir inagotablemente
su condición de subir y bajar,
subir y bajar
nada más.