30 de octubre de 2012

Noventas


Estaba yo despistada aquella tarde,
metida en mi mundito de sueños
y pensamientos triviales.
Estaba caminando el mundito
y pensando,
sencillamente pensando,
hasta que de pronto se acercó
el pibe con su bosita de poxi
jalándola la lleva
y aspira y aspiraba
-¿No tené una moneda?
Y yo tan despistada.
Miré sus deditos dibujando
la circunferencia.
Eran las manitos de un niño
No entendí nada.
-Una moneda.
Inútil se la di,
no supe qué hacer.
Triste me sentí.
Tan triste aquella vez.

23 de octubre de 2012

Un poema que vomita


Quizás solo, tan solo
Después de un acantilado
Uno pueda preguntarse
Para qué le sirve todo eso
Quizás haya que ver nada
Para preguntarse, sí
Preguntarse por la nieve pálida
Y la mandrágora llorona
Llorando se relame
Y yo me pregunto si llora
Por tristeza o
por condición de ser
mandrágora.
Quizás solo después de un acantilado
De un espejismo de sal
De una gota de lluvia seca
De…qué carajo
Me pregunto, sí
Yo a mi misma, me
Pregunto
Si de verdad he podido
Llegar a ver
Llegar a entender
Entender y ver
La rosa marchitarse