23 de octubre de 2012

Un poema que vomita


Quizás solo, tan solo
Después de un acantilado
Uno pueda preguntarse
Para qué le sirve todo eso
Quizás haya que ver nada
Para preguntarse, sí
Preguntarse por la nieve pálida
Y la mandrágora llorona
Llorando se relame
Y yo me pregunto si llora
Por tristeza o
por condición de ser
mandrágora.
Quizás solo después de un acantilado
De un espejismo de sal
De una gota de lluvia seca
De…qué carajo
Me pregunto, sí
Yo a mi misma, me
Pregunto
Si de verdad he podido
Llegar a ver
Llegar a entender
Entender y ver
La rosa marchitarse

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.